Ponga un claustro románico en su vida




Aspecto del claustro de la finca Mas del Vent, cerca de Palamós (Girona). / VINCENT LEROUX . Fuente: El País.


Leo en El País la última noticia sobre un claustro situado en la finca privada de Mas del Vent, el conocido como claustro de Palamós, en Girona, que hace algún tiempo vengo siguiendo, y es que finalmente la Generalitat ha declarado no es sino una copia de principios del siglo XX desestimando que deba considerarlo Bien de Interés Cultural (BIC) y, por lo tanto, ocuparse de su mantenimiento. Además, el dueño podrá hacer con él lo que quiera, desde venderlo entero o por piezas a derribarlo.

El descubrimiento de este conjunto tuvo lugar tras la aparición de una foto en la edición francesa de una revista de decoración, Architectural Digest, que en el verano de 2010 publicó un reportaje sobre una finca en Mas del Vent, en Palamós, propiedad de un matrimonio suizo - español. El fotógrafo Vincent Leroux obtuvo el permiso para realizar la foto que os reproduzco al principio y fue publicada a doble página en la  mencionada revista. Ese mismo año el profesor de la Universidad de Girona, Gerardo Boto, especialista en arte románico de la Universitat de Girona publica en la revista Románico un artículo, "De Silos al Mediterráneo. El último claustro románico inédito en España" en el que analiza el conjunto sin poder tener acceso a él, basándose en las fotos de la revista y en Google Maps, que utiliza para ubicar la finca, ya que los dueños en ese momento permanecen bajo anonimato y no dejan acceder a nadie a su propiedad. En el Círculo Románico se abre un amplio debate sobre este tema, y empiezan a surgir las dudas: ¿a quién, dónde y cómo pudo comprar alguien un claustro románico castellano y trasladarlo, piedra por piedra, a Girona? ¿Dónde están los documentos de compra? ¿Qué empresa lo trasladó y montó? ¿De dónde se desmontó?. El Ayuntamiento de Palamós, en ese momento, afirmaba no tener noticia y teniendo en cuenta que la finca había sido remodelada recientemente, era un poco extraño que, habiendo tenido que pedir supuestamente licencias de obra para hacerlo, el Ayuntamiento negase conocer la existencia del conjunto junto a la piscina.

El grupo EMAC, de la Universitat de Barcelona, organizó en 2012 unas jornadas bajo el título Arte fugitivo en las que denunciaban la existencia de conjuntos histórico - artísticos completamente desconocidos y sin catalogar en manos privadas. El profesor Boto mostró la revista a los asistentes, denunciando que desde hacía más de medio siglo un claustro románico formaba parte de la decoración de una finca, y al no estar catalogado ni protegido prácticamente no existía.

El profesor Gerardo Boto (izquierda) y Juan Antonio Olañeta, ante una fotografía del claustro de Palamós. ACN / TÀNIA TÀPIA  Fuente: elperiodico.com

Y por fin la noticia se difunde en un periódico de tirada nacional como es  El País, que el 5 de junio de 2012 publica el primer artículo sobre esta novelesca historia: Un claustro románico en la piscina. A partir de ahí, su existencia empieza a ser conocida en círculos no expertos, y por lo tanto, las preguntas se multiplican, de modo que el propietario de la mansión, Kurt Engelhorn abre la casa, permite que técnicos de la Generalitat y expertos en románico, entre ellos el profesor Boto, accedan a él. También facilitan el acceso a la prensa, que graba el siguiente vídeo:



Sale a la luz que el claustro fue adquirido en 1958 por su antepasado Hans Engelhorn, donde estaba embalado en cajas, y que en 1959 la empresa Mateu y Mateu lo traslada a la casa de Mas del Vent, pero siempre pensaron que era falso, una copia de principios del s. XX. Como habéis podido escuchar en el vídeo, la opinión de los expertos es que cuenta con elementos modernos pero también con algunos otros medievales.

Comienzan las hipótesis sobre su autenticidad o no, hay quien defiende que es una copia basándose en la iconografía, afirmando, por ejemplo, que los capiteles no tienen temas bíblicos, salvo uno de ellos, y que en un claustro original románico habría un programa iconográfico bíblico secuenciado y estudiado, así que quien lo copió evitó estos temas por ser su cliente una persona atea. Incluso el famoso ladrón de obras de arte durante el franquismo, Erik el Belga, es preguntado acerca de cual es su opinión al respecto... y no me parece descabellada, porque asegura, sencillamente, que en los años 50 en España era más caro copiar un claustro medieval que robar piezas auténticas para reconstruir uno a tu gusto. Incluso entre los defensores de su autenticidad se barajan lugares como la mismísima Catedral Vieja de Salamanca como lugar de origen. Y se descubre que antes que en las cajas de 1958 había estado en Madrid, en una casa situada en Ciudad Lineal, gracias a que Juan Manuel Ortiz, de 86 años, declara a El País que el anticuario Ignacio Martínez Martínez adquirió un claustro en 1931, de procedencia desconocida, que montó en la casa que una amiga suya tenía en Ciudad Lineal, a la espera de venderlo a algún americano rico.

El claustro en el patio de una casa en Ciudad Lineal (Madrid). Fuente: El País.
Por fin, en 2013, la Generalitat lo declara Bien de Interés Cultural (BIC) de forma provisional, hasta que un grupo de expertos determine si es medieval o si, por el contrario, es una copia moderna. La declaración de BIC implica que no se puede vender, desarmar, hacer obras o por supuesto, derribarlo. También la familia está obligada a mostrarlo al público periódicamente.

Esto parecía ser una buena noticia hasta que la semana pasada, volviendo al artículo que menciono al principio de este post, la Generalitat concluye diciendo que solo es una copia, de modo que suprime la declaración de BIC y, por lo tanto, su protección. Afirman que se levantó, piedra a piedra, por maestros canteros modernos durante el siglo XX, que la piedra está trabajada y cortada con técnicas modernas, que su desgaste no es el que cabe esperar en piedras de su antigüedad, no hay marcas de canteros, que todas son de las mismas dimensiones,  y por último, que las medidas del claustro están realizadas según el sistema métrico decimal que en España no se impone hasta 1849. Incluso se baraja el  nombre del arquitecto que elevó el conjunto: Ricardo García Guereta. El profesor Gerardo Boto sigue defendiendo su autenticidad, ya que discrepa de las supuestas medidas del sistema métrico decimal y con la ayuda de Marius Vendrell, profesor de Geología de la Universidad de Barcelona, quien analizó las piedras, dictamina que la antigüedad de las mismas es de varios siglos. Otro defensor de su autenticidad, Jaime Nuño, director del Centro de estudios del Románico, solicita el estudio de algo que en mi humilde opinión es demasiado patente para no haberse tenido en cuenta, y es que en algunas piedras hay restos de una numeración que se usaba y se sigue utilizando para volver a montar conjuntos arquitectónicos, pero no se trata de los números modernos pintados en rojo, sino de numeración arábiga, fechada en el siglo XVI:

Dovela con estos de numeración. Foto: Archivo FSMLReal / Jaime Nuño González. Fuente: romanicodigital.com 
Es algo desconcertante que la Generalitat de Catalunya, que dotó de la categoría de BIC con carácter temporal al claustro dé carpetazo a la cuestión afirmando tajantemente que se trata de una falsificación y poniendo fin al asunto. En el foro del Club del Románico se han hecho las últimas averiguaciones, que arrojan algo de luz al misterio de esta decisión, y es que Engelhorn es bisnieto del fundador de la química Bash. ¿Será la decisión más política que científica?.






2 comentarios:

  1. Cuando menos queda la duda, se debería estudiar mas y con mas objetividad, la Generalitat de Catalunya, tendría que dejar a otros científicos neutrales que estudiaran el tema, claro que con tanto recorte que haran si les dicen lo contrario que han dicho ello.

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  2. Si, y en cuestiones de patrimonio de todos, aunque haya un único capitel auténtico o una sombra de duda, se debería mantener la protección. Pero efectivamente huele a solución fácil o de compromiso.

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